BOLOGNA: Werther 15 – 16 dicembre 2016
Bologna 15/16 dicembre 2016
WERTHER – Jules Massenet
Direttore: Michele Mariotti
Regia: Rosetta Cucchi
Personaggi e Interpreti:
- Werther: Juan Diego Florez, Celso Albelo
- Le Bailli: Luca Gallo
- Charlotte: Isabel Leonard, José Maria Lo Monaco
- Albert: Jean-François Lapointe
- Schmidt: Alessandro Luciano
- Johann: Lorenzo Malagola Barbieri
- Sophie: Ruth Iniesta
Scene: Tiziano Santi
Costumi: Claudia Pernigotti
Luci: Daniele Naldi
Maestro del coro delle voci bianche: Alhambra Superchi
Insistiamo, come Scarpia!
Eccovi qui la recensione spagnola dei “Due Werther”, sembra il titolo di un’opera di Paisiello!
Eccezionale derby tra due tenori a Bologna, dove si ripete il successo del gennaio del 2009, in occasione de I puritani di Bellini in cui, a sere alterne, si cimentarono Juan Diego Florez e Celso Albelo il quale, tra l’altro, strabiliò il pubblico con un portentoso Fa sopracuto nella scena finale dell’opera.
Acqua ne è passata sotto i ponti per entrambi, specie per il peruviano che il Werther ha già affrontato sulle rive della Senna, ma una sola volta ed in forma di concerto, e pure per il canarino, reduce da una oceanica, letteralmente, prova nella sua natia Tenerife.
Maturi e diversissimi, oggi come allora, per i rispettivi ruoli. Il primo, con una musicalità adamantina e senza tradire la natura di una voce privilegiata e lucente in acuto, ha risolto il problema di un certo vibrato che affliggeva le frasi nel canto più ampio e lirico e ci ha donato un’esecuzione per molti versi paradigmatica. Il secondo, dal timbro privilegiato e dalla voce più ricca di armonici, con un’esecuzione più passionale e per certi versi sanguigna, che ha dato nuova luce al ruolo dell’anti eroe per eccellenza, è parso pure magnifico in questa sorta di Tristano in salsa francese.
In tal senso è parsa altrettanto eccezionale la prova di Michele Mariotti, pure e come il resto della compagnia, al debutto nell’opera, che ha sottolineato con vigore crescente quanto di wagneriano suggerisce la musica, senza cedimenti nel ritmo narrativo e seguito dall’ottima orchestra del Comunale, la quale affidata alla sua bacchetta subisce una sorta di trasfigurazione. Ottime le due Charlotte, l’americana di madre argentina Isabel Leonard, una vera rivelazione e la catanese José Maria Lo Monaco, nota ai più e non perciò meno brava. Squisita la Sophie del soprano spagnolo Ruth Iniesta, autorevole vocalmente ed imponente in scena l’Albert del baritono Jean-François Lapointe. Bene gli altri.
Spettacolo assai stimolante ben centrato quello di Rosetta Cucchi, che vede il protagonista seduto in proscenio ad assistere al suo destino, entrando in azione quando gli compete, idealizzando il sogno di una vita piccolo borghese, con pure un figlio dall’amata Charlotte. Ha un suo bel perché ed è piaciuto assai.
Insomma, chi può non perda questa fortunatissima occasione offerta a Bologna!
Por segunda vez el Teatro Comunale de Bolonia propone en veladas consecutivas un enfrentamiento entre dos tenores en el mismo titulo. Pasò a principios de enero de 2009 -como pasa rapido el tiempo- con I Puritani de Bellini, se repite con Werther de Massenet.
No es solo melomania, que también de haberla hayla en quien aqui firma, mas sobretodo por seguir la evoluciòn hacia un repertorio indiscutiblemente lirico, con afanes de dramatico, de dos voces exquisitas de “tenore di grazia”, la de Juan Diego Florez y la de Celso Albelo. Ambos han enfrentado el rol una vez sola, Florez en forma concertante en Paris, Albelo en Tenerife: los dos en su debut escenico en este papel en Italia. La evoluciòn del tenor peruano, al que se considera europeo y si se me apura italiano por formaciòn y carrera, es paradigmatica por la inteligencia musical e interpretativa. Florez no traiciona su naturaleza, no fuerza la voz – que con los anos se va afianzando en el centro, sin por ello perder luminosidad en el agudo – en pocas palabras, sigue siendo él mismo.
Tras su Edgardo en Lucia en el Liceo – fue la ultima vez le pude escuchar – donde se quebraron posibles dudas tras una ejecuciòn soberbia, ahora hemos tenido la defintiva confirmaciòn. El repertorio frances, tras su Nadir en Las Palmas que fue un primer timido vahido, ha encontrado otro gran interprete que nos depararà, no hace falta ser adivinos, paginas gloriosas. Su “Pourquoi me reveiller” dicho y bordado, fue acogido con un aplauso interminable por parte de un publico encandilado: el broche de oro de una noche en que se apreciò tanto el vocalista, cuan el interprete, por colores, matices y una propriedad en el fraseo impresionantes.
El Werther de Albelo fue también memorable. El tenor tenirfeno sale favorecido por la belleza de su voz, de gratisimo timbre, mas latino, calida y harmonicamente generosa. Para el que ha podido seguir su evoluciòn desde un lejano Rinuccio en Gianni Schicchi, en Bari al lado del inmenso Nucci, que le conoce su Nadir viril y al mismo tiempo apasionado y estatico, no es ninguna sorpresa encontrale superlativo en Werther, al que se le ve mucho futuro cuando el rol se haya metabolizado con otras funciones. Pero el fraseo, el acento y la vehemencia, donde Florez prefiere la introspeccion – lectura mas que plausible – ofrecen al antiheroe una carnalidad que normalmente no le encontramos, resultando casi simpatico y seguramente enternecedor. Especialmente en el tercer acto, tanto en el apasionado duo con Charlotte, cuanto en la muerte, estremecedora.
A tanto “tenorisssimo” respondiò un reparto igualmente modelico, con cambio de Charlotte. Con Florez cantò la norteamericana de madre argentina Isabel Leonard. Mujer guapisima, lo que nunca sobra, de voz amplia, ben proyectada con color de soprano siendo mezzo. Interprete intensa, fue la revelaciòn de la velada. La mezzo catanesa José Maria Lo Monaco es bien conocida, en Italia y en Europa, su Charlotte intimista, cantada con control extremo en la emisiòn e interpretativamente con una plausible evoluciòn del personaje hacia la conciencia de su propria voluntad, también gustò mucho.
Otra gratisima sorpresa fue la soprano Ruth Iniesta, de la que también resulta muy facil preveer un futuro radioso, Sophie tan bien cantada como interpretada, sacando del meteorico papel todo el jugo posible. No menos que perfecto resultò el Albert del baritono Jean-François Lapointe, apuesto, autoritario tanto en el canto, obviamente con un acento acertadisimo, como en la figura. Bien los dos compinches borrachines, Schmidt, el tenor Alessandro Luciano y Johann, el baritono Lorenzo Malagola Barbieri, cumpliendo el bajo Luca Gallo, Le Bailli.
Todos debutaban. También el director de orquesta, Michele Mariotti, director estable en Bolonia. Bajo su batuta la orquesta parece otra, por lo bien que le responde. Fue una lectura eficaz, poniendo en relieve cuanto de wagneriano, si bién con acento frances, se esconde en la pertitura: el Tristan de Massenet. Muy buena la nueva producciòn, por firma de Rosetta Cucchi. En una epoca contemporanea pero sin rarezas (corte de calabazines y amasando pasta para tallarines) en un entorno pequeno burgues que desde su butaca Werther observa, proyecta y desea. De la estimulante regia, lo mas interesante ha resultado la novedosa carecterizacion de Charlotte, obsesionada por la figura de la madre recien muerta de la que tiene que cubrir los quehaceres domesticos y a la que debe obedecer su ultima voluntad: casarse con Albert. En el tercer acto el complejo de Electra lo resuelve tirando al suelo el retrato de la madre. Una imagen muy fuerte, teniendo en cuenta que la foto utilizada es la de la madre de la directora de escena. Decorado muy bien construido por Tiziano Santi, vestuario consecuente de Claudia Pernigotti, iluminaciòn cuidadisima en el uso de las trasparencias de Daniele Naldi. Mencionemos el excelente coro infantil instruido por la Maestra Alhambra Superchi y terminemos diciendo que ambas funciones terminaron con el publico al rojo vivo.
Andrea Merli