Teatro alla Scala: Traviata – Netrebko
LA TRAVIATA
Melodramma in tre atti
Libretto di Francesco Maria Piave
Musica di GIUSEPPE VERDI
(Editore Casa Ricordi, Milano)
Prima rappresentazione: Venezia, Teatro La Fenice, 6 marzo 1853
Prima rappresentazione al Teatro alla Scala: 29 dicembre 1859
Produzione Teatro alla Scala
Direttore: NELLO SANTI
Regia: LILIANA CAVANI
Personaggi e interpreti principali
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Violetta Valéry: Ailyn Pérez (26, 28 feb.; 3, 5 mar.), Anna Netrebko (9, 11, 14 mar.)
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Alfredo Germont: Francesco Meli
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Giorgio Germont: Leo Nucci
Scene: DANTE FERRETTI
Costumi GABRIELLA PESCUCCI
Coreografia: MICHA VAN HOECKE
Luci: MARCO FILIBECK
Orchestra e Coro del Teatro alla Scala
Maestro del Coro BRUNO CASONI
Della Traviata-Netrebko, evento ove ve ne siano, si è scritto e parlato fin troppo. “Veni, vidi, vici” potrebbe incidere sul suo scudo la Diva Russa, ed era sottinteso che le sue tre recite fuori abbonamento fossero trionfali, celebrazione al calor bianco con code di centinaia di persone al botteghino, nella vana speranza di una rinuncia last-minute e code dalle otto del mattino per guadagnarsi uno dei 150 ingressi di galleria. Impiccionescamente ha preso un’intera puntata della Barcaccia e poi ho dovuto scrivere pure due righe per la spagnola Opera Actual: la prima la potete ascoltare in podcast, la recensione ispanica ve la trascrivo di seguito.
Credo sia superflua la traduzione. Il Merli pensiero quello era e tale rimane.
La verdadera “premiere” de estas reposiciones de La traviata, en la “historica” producciòn de Liliana Cavani con el precioso decorado de Dante Ferretti y los deslumbrantes trajes de Gabriella Pescucci (inutil buscar tres patas al gato: la gente “normal”, es decir la mayoria del publico, lo que quiere ver en Traviata son las peliculas El gatopardo en casa de Violeta y Lo que el viento se llevò en la de Flora) fue la del dia 9 de marzo, con el esperadisimo debut en el rol de la ilustre cortesana de la no menos ilustrada soprano Anna Netrebko y fue una noche memorable, de esas que acaecen de… milenio en milenio, es decir por primera vez en este tercero.
Impactante y deslumbrante, la rusa “femina dos veces” como se canta en la Fedora de Giordano, llegò y triunfò. Voz emitida con derroche de harmonicos, pero sin dejar de ser doblada en pianisimos estremecedores y con un legato de grande escuela. Interprete magnetica que se impone sobre todo y todos, tanto en la actuaciòn, haciendo “su” personalisima Violeta sin preocuparse demasiado de las indicaciones de la regia, cuanto en el canto, del que posee la tecnica perfecta. Verdad es que siendo las tres funciones, de las seis programadas – y agotadas en un santiamen también si ubiesen sido 30 – fuera de abono el publico, con grande presencia de fans procedentes de todos los rincones del mundo, del resultado no cabia la menor duda. Pero aun asì todos, sin distinciòn, nos rendimos a los pies de la nueva zarina rusa. Algun critico fuera del coro? Inevitablemente: algunos no pueden digerir que esta Traviata, por fin “de Verdi”, obtenga el exito arrollador que fallò a la produccion de 2013, la de los calabacines y de la pasta, francamente infumable.
La verdad es que esta Violeta nos dejò sin aliento, también por chillarle reptidamente “brava”. Nello Santi y Leo Nucci, veteranos en su respectivo acometido de director y de Papà Germont, fueron sencillamente pefectos, pese a dos desaforados abucheos tan irespetuososo cuan inutiles, en sostener el uno y enfrentarse el otro a ese torbellino que responde al nombre de Netrebko. Muy bien el Alfredo, por fin recuperado de un potente resfriado que le obligò a renunciar a dos funciones, Francesco Meli, el que con la Anna de todas las Rusias tiene mucho feeling.
Otra anecdota significativa nos la reservò la impresionante cola (mas de cien personas) al lado de la taquilla esperando en una entrada last minute: efecto Netrebko.
Amen.
Andrea Merli